domingo, 16 de enero de 2011

Día de Gurú Rimpoché- enero

Estimados amigos:

Como todos los meses, Rimpoché nos envió un mensaje en el día de Gurú Rimpoché. Queremos compartir con ustedes la traducción al español.

Estamos seguros de que tomar esto en cuenta de corazón les traerá muchos beneficios. Los invitamos a seguir los posteos del blog cada semana.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

«Queridos amigos:

Espero que todos estén bien y felices. Puesto que éste es el primer día de Gurú Rimpoché, quisiera empezar auspiciosamente compartiendo con ustedes las cinco fortalezas inquebrantables, que son fundamentales para todos los practicantes de dharma.

Las cinco fortalezas inquebrantables

Éstas son extremadamente importantes para todo practicante de dharma, pues si no se cuenta con ellas, en realidad uno no está haciendo las cosas bien.

1. Adquirir certeza en la visión

Muchos de nosotros, al practicar el dharma, nos ocupamos físicamente haciendo muchas cosas en el mundo del budismo; por ejemplo, ofreciendo lámparas de mantequilla, haciendo circunvalaciones, leyendo muchos textos, realizando diversas prácticas cotidianas… y al estar haciendo todo esto, nuestro preciado tiempo se acaba. Y aunque el tiempo no se ha desperdiciado en cuestiones innecesarias, al involucrarnos en estas “actividades dhármicas”, a veces perdemos el sentido o el propósito de hacer todo esto, y, por lo tanto, no adquirimos certeza ni confirmamos la visión.

Esto lo dijeron tantas veces todos los grandes maestros del pasado. Tilopa mencionó esto muchas veces; dijo que cuando pierdes la visión correcta, pierdes tu práctica. Puede que seas muy devoto y tener mucha fe, pero tu práctica no será la adecuada porque careces de la visión correcta. Así que el primer punto fundamental es adquirir certeza en la visión.

¿Cómo adquirirla?

Examinar una y otra vez tus emociones, tu ego, el “yo”, la mente crítica, sentenciosa.

¿Por qué mi mente crítica funciona tan bien?

Porque no he estado afianzando mi entendimiento de la ausencia del yo.

¿Por qué funcionan tan bien mis emociones perturbadoras?

Porque no he estado afianzando mi entendimiento de la ausencia de ego.

¿Por qué soy tan temperamental?

Porque olvido revalidar la ausencia de ego, la carencia de un yo sólido, en serio.

¿Por qué no tenemos la compasión que es libre de juicio?

Porque no logramos entender la ausencia del ego.

¿Por qué no tengo confianza en el vacío?

Porque no has adquirido confianza en la ausencia del yo. Por eso.

¿Por qué cuando practico una deidad la veo como verdaderamente existente?

Porque no has entendido la ausencia del yo.

Así que, practiques lo que practiques, dedica un tiempo para examinar tus emociones, tu yo, tu juicio, tu ego, tu aferramiento, tu ansiedad. Con ello adquirirás certeza en la visión y estarás construyendo la fortaleza inquebrantable de la visión.

2. No distraerse al meditar

Siempre estamos hablando de tal o cual meditación: shámata, vipáshana, mahamudra, la etapa de desarrollo, el entrenamiento mental, el camino medio, la gran perfección… pero no importa qué meditación hagas, hay cinco etapas: 1) movimiento, 2) logro, 3) familiarización, 4) estabilidad y 5) perfección. La primera es como una catarata; la segunda, como el desfiladero de un río; la tercera, un río calmo; la cuarta, como un océano sin olas; y la quinta es como una montaña inquebrantable. Estas experiencias son, en realidad, mediciones.

¿Mediciones de qué? de distracción. La mayor distracción es la primera experiencia, la catarata; la siguiente distracción es el desfiladero de un río; nuevamente, cuando tu mente está un poco más estable, las distracciones más burdas se han disipado, pero todavía hay distracciones sutiles, tu mente es como un río calmo. Si tienes menos distracciones sutiles, entonces tu mente es como un océano sin olas, y aún menos distracciones, la montaña. Así que cuando medites, debes saber que la fortaleza inquebrantable de la meditación es la no distracción.

3. Conducta

Los practicantes del dharma deben tener una buena conducta. Esto es muy importante, y en un nivel simple, se podría entender como no dañarse uno mismo y no dañar a los demás, así como beneficiarse uno mismo y a los demás. Básicamente, nunca debemos dañar a los demás de forma física, verbal ni mental. En otras palabras, uno debe estar vigilante de su conducta en cada momento.

En The Mirror of Mindfulness [El espejo de la vigilancia], mi maestro, Ñoshul Khen Rimpoché, dijo: “Cuando no tienes vigilancia, eres una olla de mierda. Cuando no tienes vigilancia, eres un cadáver”.

Explicando la cita de Rimpoché, no importa cuánto te limpies, cepillándote o lavándote; si no vigilas tu conducta, siempre estarás cargando tu mierda y olerás a mierda sin importar lo que hagas. Las maquinaciones de esta “mente confundida” nos llevan a aferrarnos a “lo que es” y “lo que no es”; por lo tanto, vemos lo sucio como limpio, lo transitorio como permanente, lo ausente de ego como un ego sólido, y el dolor como placer.

Entonces, ¿cómo trabajar con esta confusión?

Practicando la vigilancia.

¿Cómo vigilar nuestra conducta?

Con una recordación constante; lo cual no significa ver, sino acordarte en todo lo que hagas del verdadero propósito del dharma. Cuando circunvales una estupa en Boudhanath, acuérdate que la rodeas para domar tu mente. Acuérdate “estudio para lograr la iluminación, para domar mi mente”. En todo lo que hagas, necesitas recordar la quintaesencia de las enseñanzas del Buda: la verdadera conducta, cómo mantener la conducta adecuada. Por favor, toma esto en cuenta con todo tu corazón.

Recuerdo que nuestro anterior director, Khenpo Kunga Wangchuk, constantemente decía a los recién graduados: “si no puedes ayudar al dharma, al menos no lo dañes. Tomen esto en cuenta. No piensen que actúan solos; cada uno de ustedes es un pilar del dharma; cada uno de ustedes representa al dharma. Por lo tanto, la conducta de cada uno de ustedes tendrá una consecuencia en el dharma”. Así que la vigilancia de nuestra conducta es fundamental.

4. Disipar obstáculos

Cuando uno empieza a practicar el dharma, se enfrenta a obstáculos. Un día le pregunté a Ñoshul Khen Rimpoché: “¿Por qué esto es así?, cuando quiero practicar, aparece un obstáculo, cuando no quiero practicar, no hay obstáculos, ¿por qué?” Por ejemplo, siempre que empiezo a meditar, surgen todas mis preocupaciones; y cuando medito, las soluciones a estas preocupaciones también surgen. Pero cuando empiezo a pensar, ¡la solución a mis preocupaciones nunca surge!

¿Cuál es la mejor forma de disipar obstáculos al empezar a meditar? Puedes revisar los diversos métodos de los majasiddhas, los diversos textos de los maestros, pero siempre dirán lo mismo: [mediante] la devoción. Siempre dirán esto y tenemos dificultades con ello. Nos cuesta trabajo practicar la devoción, pero si revisas cualquier texto, sea de Tilopa, Maitripa, etcetera, todos dicen: “Visualiza al gurú sobre la coronilla de tu cabeza, rodeado por los maestros del linaje, y hazles súplicas, recibe los cuatro empoderamientos y piensa que tus obstáculos se han disipado”. En todos los manuales de meditación se enseña lo mismo. Así que, la devoción es fundamental.

¿Cómo es la devoción? Tiene tres cualidades: certeza en el dharma, percepción pura y recordar la bondad. La bondad de los padres es extremadamente importante: tu madre te mantiene durante nueve meses en su vientre, te ayuda a nacer; te alimenta, viste y ayuda a crecer. La bondad de nuestros padres es muy importante. ¿Pero quién te ayuda a ser independiente? ¿Quién te enseña a en verdad liberarte de tus emociones y de tu sufrimiento? ¿Quién te guía para encontrar la verdad para que en verdad logres liberarte? El gurú. A eso le llamamos recordar la bondad. Además debemos adquirir certeza y tener una percepción pura. Con estas tres cualidades, fácilmente puedes desarrollar la devoción.

5. Progresar

¿Cómo mejorar o progresar en tu práctica? Primeramente, ¿por qué no podemos progresar tanto en nuestra práctica? Porque tenemos muchos apegos y nos enganchamos con muchas cosas. Para alguien como yo, esto implica monasterios, monjes, proyectos, y la planificación de todo lo que esto conlleva. Para los practicantes, implica las deidades y la acumulación de mérito; para otras personas, implica familia, coches, marcas preferidas, etcétera. Recientemente me ha empezado a gustar la marca Burberry. Antes no sabía ni siquiera qué era, pero ahora me gusta mucho, pero es muy cara. Y también me gusta Mont Blanc. En realidad no tiene mucho chiste, pero me gusta. Cuando la gente te ve con una pluma Mont Blanc, estás bien, pero si traes una pluma chafa, la gente te juzga como que vales poco. Así que, todo el tiempo juzgamos y somos juzgados. Y sientes que tienes que llevar el ritmo de todo esto. Entonces, empiezas a aferrarte a las cosas, te apegas, te preocupas, y por eso nuestra práctica no puede progresar.

Por eso, muchos grandes maestros del pasado han practicado pongdag. Por ejemplo, escuché que cuando Dilgo Khyentse Rimpoché llegó a Bodhgaya en India, hace mucho tiempo, decidió dar todo mediante pongdag. Pongdag literalmente significa renunciar o abandonar. Khenpo Ngakchung hizo esto tres veces. También escuché una historia acerca de Trulshik Rimpoché: Para los maestros de antaño, las estatuas antiguas son extremadamente importantes. Puedes darles un kilo de oro y no les importa, pero en verdad atesoraban las estatuas antiguas. Cuando Trulshik Rimpoché estaba recibiendo empoderamientos de Dilgo Khyentse Rimpoché, renunció a todo lo que estaba en su altar y le ofreció todas sus preciadas estatuas a Rimpoché.

En el pasado solía contar todos los días lo que tenía y lo que había tenido que dejar. Contaba todo con mis dedos. Pero debemos aprender a practicar pongdag mentalmente, a abandonar todo, a entregarlo como ofrenda de mandala.

Muchos maestros dicen que cuando te vas de retiro necesitas cortar con tus percepciones mundanas y que entonces tu práctica progresará rápidamente. Pero, si te llevas al retiro tus preocupaciones mundanas, entonces tu práctica no progresará mucho. Así que trato de decirme todos los días al meditar, antes que nada, que debo desapegarme de mis proyectos, de mi casa, de todo. Esto es lo primero que hago durante cinco minutos. Después de esto genero devoción y hago súplicas mientras medito. Si haces esto, tu meditación progresará tan rápido que te asombrarás.

Entonces, éstas son las cinco fortalezas inquebrantables del practicante de dharma:

Certeza en la visión

No distraerse en la meditación

Vigilancia de la conducta

Disipar los obstáculos mediante la devoción

Progresar mediante pongdag

No olvides estas cinco y trata de progresar en ellas. Cuando mejoras estas cinco dentro de ti, tu práctica progresará. Puedes leer cientos de textos, conocer a miles de maestros, pero no te dirán más que esto. Al practicar, tener mucha información no es de gran ayuda, pero un pequeño consejo medular, que sea fundamental, ¡puede ayudarnos muchísimo!

Sarva Mangalam,

Phakchok Rimpoché»

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